Tu dueña
Preguntará mi nombre
Y tú no lo dirás por hombre
Tu dueña
Preguntará mi edad
Y tú callarás la verdad
Tu dueña
Me buscará la cara
A mí, como si me implorará
Tu dueña
Me llamará insolente
Y yo le miraré de frente
Sabrá que voy menor que allá
Verá que de vejez no hay huella
Que puedo ser su hija pequeña
Y por amor también tu dueña
Diré palabras de las malas
Después se le caerán las alas
Al darse cuenta de que alguien llama
Y que eres tú desde mi cama